El parto en el agua es una de las técnicas para dar a luz más llamativas y que más expectación despierta entre las futuras mamás. En nuestro centro ecografía 5D en Sevilla, cada vez son más las mamás que siente curiosidad por conocer en qué consiste está técnica y descubrir, tanto sus beneficios, como sus posibles riesgos.
El parto en el agua
Ya en 2006 un grupo de expertos del Royal College of Obstetricians and Gynaecologists del Reino Unido comenzó a experimentar con el tema y elaboró una guía sobre cómo llevar a cabo esta técnica, aunque no fue hasta varios años después cuando comenzaron las primeras mamás a dar a luz en el agua en España.
Beneficios del parto en el agua
- Reduce el dolor de la madre.
- Evita el uso de la epidural.
- Ayuda a acelerar la dilatación.
- Ayuda a la relajación de la madre.
- Facilita la salida del bebé.
- Ayuda a la adaptación del bebé: En el vientre el bebé se encuentra en un medio acuático, por lo que, al nacer en un medio similar, se adapta antes y la transición le resulta menos traumática. En condiciones normales, el bebé nace con el reflejo de buceo, por tanto, no es usual que aspiren agua durante el parto.
¿Quiénes no pueden tener un parto en el agua?
A pesar de sus beneficios, hay mamás que, por diversos motivos, no tienen la opción de dar a luz en el agua. ¿Cuáles son está mamás?
- Mamás que hayan sido sometidas a una cesárea en un parto anterior.
- Mamás que estén sometidas a tratamientos anticoagulantes como las Heparinas, ya que corren riesgo de sufrir una hemorragia en el agua.
- Mamás que tengan que ser sometidas a un parto inducido.
- Mamás que se enfrentar a un parto múltiple.
- Mamás que padezcan alguna enfermedad previa como diabetes o cardiopatías, así como aquellas que desarrollan diabetes gestacional o preeclampsia
- Tampoco pueden optar a un parto en el agua cuando exista alguna malformación o anomalía fetal.
- Mamás que, aun en situación de parto espontaneo y a término, no tienen al bebé colocado en posición óptima para nacer.
Punto intermedio
Debido a que hay mamás que no consiguen un nivel adecuado de analgesia en el agua, algunas están optando por un punto intermedio de la técnica. De este modo utilizan la bañera para una dilatación relajada y, previsiblemente más rápida, para después salir del agua yo optar por la epidural en la última fase del proceso.