Factores de riesgo durante el embarazo

Muchas son las mamás que se enfrentan con cierto temor a una ecografía fetal diagnóstica o de control, incluso a una ecografía 5D emocional cuyo objetivo no es la diagnosis, sino el disfrute de la visión del bebé dentro del vientre materno, y es que todas las embarazadas tienen casos cercanos, o han leído sobre diferentes situaciones en las que los embarazos no han llegado a término, o se han complicado. Este artículo está elaborado con la intención de informar y tranquilizar a todas esas mamás.

Los factores de riesgo durante el embarazo son múltiples, pero la mayoría de ellos son calculables y tratables obteniendo resultados exitosos. Las complicaciones más comunes que se pueden presentar son las siguientes:

Diabetes gestacional:

Según la Agencia de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dependiente del Departamento de Salud del Gobierno de los EEUU, la diabetes gestacional es aquella que se manifiesta sólo durante el embarazo, por lo general, más o menos, a mitad del mismo, de ahí que en el protocolo ordinario de casi todos los países, entre ellos España, se tenga previsto la realización de pruebas que permitan detectar si este factor de riesgo se está produciendo. La Diabetes gestacional puede provocar un crecimiento más rápido del bebé, por lo que, si no se controla a tiempo, puede derivar en un parto por cesárea, con el consiguiente riesgo que ello conlleva para la madre.

Por otra parte, la Diabetes gestacional puede producir otro de los factores de riesgo que complican la gestación como es la tensión arterial alta. Por suerte, este tipo de Diabetes es fácilmente controlable con la dieta y el ejercicio, siempre bajo la supervisión de la ginecóloga, la endocrina y, si fuese necesario, la nutricionista, además de realizar controles periódicos de nivel de azúcar en sangre para evitar la hipoglucemia, muy peligrosa en las primeras horas de vida del bebé.  

Tensión arterial alta:

Según los estudios realizados por Medline Plus, publicación dependiente de la biblioteca nacional de medicina de los EEUU, la hipertensión gestacional se suele presentar a partir de la semana 20 de embarazo y en la mayoría de los casos no presenta otras complicaciones, aunque puede dar lugar, si no se controla, a un alumbramiento prematuro. Sin embargo, hay casos en los que la hipertensión se presenta desde antes de la semana 20, o incluso antes del embarazo, y se le denomina Hipertensión Crónica, bien tratada por los especialistas sigue sin ser grave, aunque en raras ocasiones, sobre todo si no se trata, puede provocar preeclampsia, un aumento repentino de la tensión durante el último trimestre de embarazo, o incluso después del parto, este pico de presión arterial repentino puede ser letal para el feto. Factores como antecedentes familiares, obesidad o edad avanzada, pueden aumentar el riesgo de padecer preeclampsia, aun así sigue siendo un síndrome muy minoritario.

Obesidad:

La obesidad en sí no es un problema para el feto, pero sí que aumenta la posibilidad de desarrollar Diabetes Gestacional y preeclampsia, según un estudio publicado en 2013 por los Doctores J. González-Moreno, J.S. Juárez-López y J.L. Rodríguez-Sánchez para la Revista Médica MD, por lo que la embarazada ha de cuidar su dieta.

Enfermedades Renales:

Según un estudio publicado por los Doctores Rainel Sánchez de la Rosa y Néstor Rodríguez Hernández para la Revista Cubana de Medicina General, las enfermedades renales suelen manifestar sus complicaciones para el embarazo antes de la se semana 24 y, si no se tratan adecuadamente, pueden provocar desde el parto prematuro, hasta el aborto espontáneo así como “infartos placentarios que bloquean la circulación y causan la muerte fetal.

Los citados Doctores excluyen los cálculos renales de la gravedad de estas afecciones al no causar interacción en el embarazo, aunque apuntan que, en caso de necesitar intervención quirúrgica para eliminar el cálculo, dicha intervención ha de esperar a después del parto.

Tabaco:

Todos los expertos coinciden en que el consumo de tabaco, o la exposición al humo del mismo por parte de las embarazas, aumenta el riesgo de parto prematuro, así como ralentiza el crecimiento del feto.

 

Cómo se puede comprobar las complicaciones más comunes que se pueden presentar durante el embarazo tienen tratamientos eficaces y, raras veces, se convierten en problemas de gravedad, aunque la embarazada debe cuidar siempre su alimentación y llevar hábitos de vida saludable, ya que la harán sentirse mejor y será beneficioso para el feto.