En nuestro centro de Ecografía 5D en Sevilla la expresión más común de las mamás en estos meses es “qué largo se hace el verano”, y es que el embarazo en verano tiene unos riesgos y síntomas peculiares que las futuras de mamás han de conocer y prevenir.
El embarazo en verano
El verano no es de las épocas más idóneas para estar embarazada, sobre todo si coge a la mamá en último trimestre de embarazo.
Riesgos del embrazo en verano
- La deshidratación: ya hemos dedicado un artículo a hablar de la importancia de la hidratación en el embarazo, no obstante, en los meses de verano es aún más importante.
- Mareos y sofocos: el calor provoca que los vasos sanguíneos se dilaten favoreciendo la bajada de la tensión, lo cual produce sensación de mareo, cansancio y pesadez de extremidades.
- Inflamación de las extremidades: la presión que útero ejerce en las pelvis, junto con las altas temperaturas, hacen que el flujo sanguíneo se vuelva más lento, provocando la inflamación de manos, tobillos y pies.
- Manchas en la piel: Las hormonas que se segregan durante embarazo pueden producir manchas en la piel de las embarazadas, si a ello le sumamos la exposición al sol del verano, el riesgo de desarrollar manchas en la piel se multiplica.
Cómo prevenir los riesgos del verano en el embarazo
- Llevar siempre una botella de agua e ir bebiendo cada pocos minutos.
- Llevar una dieta rica en frutas vegetales.
- Evitar exponerse al sol en las horas centrales del día.
- Evitar periodos prolongados al sol.
- Pasear siempre por la sombra, o por la noche evitando las horas de máxima temperatura diurna.
- Descansar con las piernas en alto para favorecer el retorno sanguíneo.
- Usar una protección solar de calidad con un factor alto, del 50, o más.
Se puede disfrutar del verano estando embarazada, solo hay que tomar una serie de precauciones para evitar los molestos síntomas que pueden producir las altas temperaturas. A por el verano, #gestomamis.