Lactancia materna, todo lo que debes saber

Lactancia: la decisión más importante de la nueva mamá

La primera decisión importante con la que se encontrará la mamá tras el parto, y quizás una de las más cruciales para la salud de ambos, madre y bebé, será la de seguir lactancia artificial, o lactancia materna. En este sentido, hay dos vías a tener en cuenta, por una parte lo que dicen los expertos y, por otra, la situación real que se encuentra la madre en ese momento.

Lo que dicen los expertos sobre la lactancia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la alimentación del bebé sea, única y exclusivamente, la leche materna durante los seis primeros meses de vida y que se mantenga durante los dos primeros años, o más, compaginándola con la introducción de nuevos alimentos. En el mismo sentido se manifiesta la Asociación Española de Pediatría (AEP), según la cual, en un estudio publicado en 2016, la alimentación durante los dos primeros años es crucial para la vida del niño, añadiendo que “Los resultados de estudios biológicos y epidemiológicos muestran que la decisión de no amamantar tiene importantes efectos negativos sobre la nutrición, desarrollo y salud del niño y de la madre”, llegando a catalogar la lactancia materna como “la intervención sanitaria que, con menores costes económicos, consigue mayores beneficios sobre la salud del individuo”.

La realidad de la madre

Aun teniendo en cuenta las recomendaciones de los expertos, no es una decisión fácil de tomar y mucho menos de mantener en el tiempo, pues entran en juego varios factores que pueden ser determinantes. El primero es que la mamá tenga posibilidad física de dar el pecho, pues hay patologías, riesgos y limitaciones físicas que pueden impedir a una mamá optar por esta opción, en estos casos los facultativos le informarán al respecto y la decisión le vendrá impuesta. Otro de los aspectos importantes es el tiempo con el que cuenta la mamá, pues uno de los principales motivos de abandono de la lactancia materna es la incorporación de la mamá a su vida laboral, así como el tener más niños pequeños, o el poder contar, o no, con ayuda externa. También hay que tener en cuenta la predisposición del bebé y conocer los altibajos e inconvenientes con los que se va a encontrar durante su periodo de lactancia, con todo esto, la madre ha de sopesar las consecuencias que conlleva la decisión.

Los beneficios de la lactancia

Un documento elaborado en 2017 por el Comité de Lactancia Materna de la AEP enumera los beneficios de la lactancia, tanto para la madre, como para el bebé, siendo los más destacados para la madre la prevención de la hemorragia post parto debido a que la succión del bebé favorece que el útero recupere su tamaño natural, también ayuda a la madre a recuperar su peso tras el embarazo, reduce el riesgo de cáncer de mama y de útero, mejora el contenido de calcio en los huesos al llegar a la menopausia y, lo más enriquecedor a nivel emocional, fortalece el vínculo afectivo con el bebé.

Por su parte, según el citado documento, los beneficios para el bebé son mucho más amplios y plausibles, puesto que la leche materna los protege frente a numerosas patologías e infecciones tales como la otitis, infecciones respiratorias, gastrointestinales, o urinarias, siendo también una importante barrera ante el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante.

La lactancia también ayuda al bebé al desarrollo dental y la prevención ante futuras caries, así como estimula su desarrollo intelectual y disminuye el riesgo de padecer alergias, diabetes e hipertensión.

Las crisis durante la lactancia

Las bondades y beneficios de la lactancia parecen totalmente claros para los expertos, pero estos beneficios conllevan un precio, pues según, Mercedes Romero Cabezas, Matrona en el Hospital Quirón de Sevilla y en el Hospital Virgen Rocío de la misma ciudad, “la lactancia es a demanda”, es decir, la mamá ha de estar disponible las 24 horas del día para la alimentación de su bebé, con el consiguiente cansancio físico y mental que ello conlleva, aumentado por la sensación de algunas madres de no estar alimentando lo suficientemente bien a su bebé solo con el pecho, y unido, algunas veces, al trabajo y tiempo que les lleva a algunos bebés irse adaptando al cambiante flujo materno. En este último aspecto es de destacar que la producción de cantidad, como el sabor de la leche va cambiando durante la lactancia. Al principio las mamás tienen la sensación de no estar alimentando bien a su bebé, lo que ocurre es que sólo están produciendo calostro, alimento de muy alta calidad pero poco abundante. Y es que la primera subida de leche no se produce hasta las 72 horas del parto, durante este periodo de transición muchas mamás se desmoralizan, incluso llegan a abandonar porque ven como su bebé desespera y llora hambriento mientras intenta succionar sin encontrar los resultados deseados. Los expertos aconsejan en estos casos tener paciencia, calmar al bebé y volverlo a poner en el pecho, una y otra vez, incluso utilizar un sacaleches para estimular los conductos ayudando al bebé en su esfuerzo de succión.

Una vez conseguido que el bebé succione y coma de forma tranquila, el trabajo aún no ha terminado, pues durante el periodo lactante el bebé tendrá varios picos de crecimiento y querrá demandar más de lo que en ese momento puede obtener, estos picos son otros de los principales motivos del abandono de la lactancia. Según la AEP estas crisis suelen producirse a las 3 semanas de vida, al mes y medio, y a los 3 meses. Durante estas crisis el bebé se muestra inquieto al mamar, como si rechazase el pecho, pero lo que realmente sucede es que no está obteniendo la leche que demanda. Como bien explica la AEP, para tranquilidad de la madre, es una situación de transitoriedad durante la cual no es conveniente obligar al niño a coger el pecho, pues puede provocar rechazo, la mamá debe ser paciente y tener en cuenta que sus pechos dejarán de estar llenos de forma manifiesta, ya que conforme avanza la lactancia el pecho adquiere la capacidad de ir generando leche en proporción a la capacidad de succión del lactante, es por ello que muchas madres piensan que se les está retirando la leche, cuando lo que verdaderamente ocurre es que su cuerpo genera a demanda del bebé, el cual tiene que aprender que hasta pasados un par de minuto de succión no comienza a salir el leche deseada, es una forma nueva para él y para la madre de entender la lactancia. Los expertos aconsejan, durante el periodo de crisis, amamantar en un espacio sin ruidos, con una luz tenue, pudiendo recurrir al sonido blanco o música relajante.

Desgranados todos los secretos de la lactancia, solo queda tomar la decisión valorando y sopesando todos los factores, según los últimos datos aportados por diferentes asociaciones y organismos públicos, cada vez son más las madres que optan por la lactancia natural en España, aunque el 46,9% no prosigue con la misma tras los primeros 6 meses de vida del bebé.