Aprende a dormir a tu bebé
Cómo dormir a un bebé es una tarea muy complicada para los padres, sobre todo para los primerizos que aún desconocen los ciclos de sueño de un lactante en sus primeros meses de vida, aunque, como muchas otras cosas relacionadas con la crianza y el cuidado de los bebés, esta tarea depende también de la personalidad de éstos, pues a pesar de su corta existencia, cada niño tiene una forma de actuar diferente dependiendo de lo tranquilo que sea, de los estímulos que demande y de su capacidad de adaptación a los cambios.
Los expertos aconsejan irles creando una rutina que induzca al sueño, es decir, bañarlos siempre a la misma hora antes de dormir, ponerles siempre el mismo tono de luz tenue, dejar sonar siempre la misma música a bajo volumen, incluso hacerlo todo siempre en el mismo lugar.
¿Porqué mi bebé no duerme?
El primer inconveniente contra estas pautas lo encontramos en los bebés de 0 a 3 meses según los expertos, aunque la Asociación Española de Pediatría llega aún más allá, afirmando que los bebés no adquieren un ciclo del sueño regular hasta los 6 meses. Lo cual quiere decir que en su primera etapa los bebés, aunque duermen entre 15 y 17 horas al día, no distinguen entre noche y día. Según un estudio publicado por los pediatras Gonzalo Ping Arboledas, experto en trastornos del sueño del Hospital Quirón de Valencia y A. Lluch Roselló, asesor de la Unidad Valenciana del Sueño, esto sucede porque los bebés no comienzan a adquirir la capacidad de sintetizar la melatonina, hormona que segregamos los humanos que induce al sueño, hasta las 12 semanas de vida, y no queda totalmente implantado el proceso evolutivo hasta el quinto, o sexto mes de vida. Esta peculiaridad es la que provoca que algunos padres piensen que sus bebés no duermen, pero la realidad es que los ciclos del sueño del bebé aún son muy cortos y no siguen pautas establecidas, lo cual trastorna los hábitos del sueño de los padres que, al no descansar como lo hacían antes, pueden llegar a pensar que el bebé tiene el mismo grado de agotamiento que tienen ellos.
Métodos para dormir al Bebé
Se podría decir que hay varias tendencias a la hora de inducir en el bebé el hábito de dormirse solo, es decir sin ayuda externa, claro está que también depende, como se explicó al principio, de las características de cada bebé. Las vías más importantes, sobre las que debaten pediatras y padres son el método Ferber, o Estivil, y el Método González.
- El Método Ferber o ferberización: Este método fue promulgado en 1985 por el Doctor Richard Ferber, Director del Centro Pediátrico para los Trastornos del Sueño del Hospital Infantil de Boston, y popularizado en España, en 1995, por el Doctor Eduard Estivill con su libro “Duérmete niño”. Este método aconseja sacar al bebé a los 3 meses de vida del dormitorio de los padres y hacerlo dormir en una habitación separada, para ello hay que hacer todos los días lo mismo antes de dormir al niño, es decir, crearle una rutina como el baño, la música, las caricias, relajarlo, dejarlo despierto en la cuna y salir de la habitación aunque comience a llorar. Una vez que el bebé está en la cuna solo, si éste sigue sin calmarse, hay que dejarlo llorar e ir entrando en periodos de tiempo programados para intentar calmarlo, estos tiempos en los que el bebé llora y los padres no han de entrar en el dormitorio se les denomina espera progresiva, durante el primer día la primera espera ha se ser de un minuto, la segunda de 3 minutos y la tercera de 5 minutos, tiempo máximo para ese día durante todas las demás esperas hasta que el bebé se duerma solo, entre espera y espera las entradas en el cuarto del bebé no pueden durar más de 30 segundos y tienen reglas estrictas como nunca cogerlo en brazos, no tocarlo, no mecerlo, ni sacarlo de la cuna. Conforme avanzan los días se van alargando de forma progresiva y controlada los periodos de espera hasta que el bebé consigue dormirse solo sin estos periodos. Está técnica ha sido objeto de debate entre psicólogos, psiquiatras y pediatras, la cuestión principal es, si este método deja, o no, secuelas psicológicas en el pequeño, cuestión que aún no ha sido resuelta, pero en lo que sí coinciden muchos especialista es en que no favorece la Teoría del Apego, según la cual el recién nacido tiene que establecer una relación estrecha con su cuidador principal para que su desarrollo emocional y social se produzca con normalidad. Según los detractores del método Ferber, el bebé percibe el mundo extrauterino como un ambiente hostil del que sólo reconoce la voz, el ritmo cardíaco y la respiración de la madre, cosas que sólo puede percibir por completo estando sobre el pecho de la madre, privarlo de este pequeño refugio a la hora de dormir no lo consideran psicológicamente sano para el pequeño.
- El método González: Este método fue popularizado por el pediatra Carlos González en su libro “Bésame mucho”, totalmente contrario a las tesis de Ferber y Estivil, González aboga por no separar nunca a los bebés del lado de sus padres para dormir. Según este pediatra, los bebés, al igual que los adultos, necesitan sentirse seguros para dormir, es el estado de alerta lo que impide el sueño, por ello, un bebé que genéticamente está diseñado para llorar ante cualquier inseguridad o malestar, es normal que necesite del contacto de sus padres para dormir tranquilo y seguro. Este autor recomienda el colecho, es decir, compartir cama con los padres, siempre que el bebé lo demande, para estar en constante contacto con ellos. Otros autores como Rosa Jové, psicóloga especializada en antropología de la crianza y autora del libro “Dormir sin lágrimas”, se manifiesta en los mismos términos que el Doctor González a la hora de dormir al bebé, para ella, el sueño es un proceso evolutivo y el bebé tiene que ir avanzando estadios de dicho proceso de forma natural. Rosa Jové se muestra contraria al método de Estivill, ya que dice que no se puede acelerar el proceso evolutivo del sueño, «un niño al que se le aplique este método se despertará igual que otro al que no se le haya aplicado, lo que ocurre es que los niños ferberizados está adiestrados para no llorar».
Los padres son los que al final han de decidir lo que hacer para dormir al bebé, aunque la tendencia, cada vez más generalizada es utilizar un método intermedio entre los dos anteriormente expuesto, es decir, ir acostumbrando al bebé a dormir de forma autónoma pero evitando que llore, pero esta tercera vía es mucho más agotadora que las otras dos, para los padres. El neuro-psicólogo Álvaro Bilbao es autor de varios libros que promulgan esta tercera vía consistente en coger al bebé cuando llore, calmarlo y volver a dejar en su cuna cuantas veces sea necesario hasta que el bebé cada vez demande menos el ser cogido por los padres y vaya enlazando las etapas del sueño.